miércoles, 28 de mayo de 2008

Mentiras contra dislates



La demagogia de otrora hoy es inaceptable en sus formas pero al mismo tiempo, todos admiten que existe un arte, casi moral, del manipular. Ergo se justifica. El Maquiavelo vulgar de los medios y los fines, es paradigma como nunca antes. El antikirchnerismo acusa al gobierno de mentir y devaluar su palabra pero, una y otra vez, de la manera mas conciente, hace exactamente lo mismo:

- Los encuestadores que no contrata el gobierno son "los buenos"

- Los actos del oficialismo son clientelistas pero en Rosario estaban "las familias"

- El gobierno controla a la prensa a través de la publicidad oficial pero los otros periodistas son independientes (el 85% de la prensa nacional)

- Numeritos: "A Salta fueron 10 mil por el chori pero en Rosario eran 500 mil".

Un interesado en el regreso de la bipolaridad partidaria argentina encuentra alarmante la endeblez del discurso opositor. Frente a la costumbre oficialista de tergiversar -el INDEC, por ejemplo-, a los otros no se les ocurre la ventaja de construir sincerando?

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